Tengo que decir
que no tengo nada.
Debe ser que yo creía
que era una estrella
y solo la realidad de ausencias me delata
que no.
Me quemo los codos en la hoguera
de las peticiones,
me enjugo los ojos en el lagrimar,
de perdones,
sólo sueños son los peatones
en una autopista
que días atrás no existía.
Engel Fernando Salazar Aguirre
15 de septiembre de 2020.