Una genialidad puede llenarse
de pubertad, de madurez
de senectud y de escasez.
Una genialidad
puede ser la realidad
o la manera de ocultarla.
Una genialidad puede ser una palabra
o su omisión,
puede ser un tema, una canción
un arreglo o su versión,
o solo la forma de interpretarla.
Una generalidad puede ser la descarga
o la acumulación,
la suma o la sustracción
la inmovilidad o la acción
dependiente de un contexto.
Una genialidad puede ser un accidente
o en el juego de fútbol,
un pase excelente
que depende de la posición de los otros:
un error o una anotación.
Una genialidad puede ser una condición
o una libertad condicionada,
puede ser un verbo o una mirada
que despierte.
Una genialidad puede ser el antecedente
de la cicuta o la
guillotina,
o de la portada de un libro
del orgullo de los hijos.
Una genialidad puede
cambiar el mundo
y seguir sin rumbo.
Una genialidad puede tener su propia naturaleza
de la Naturaleza
que rige la orientación de la cabeza,
que guía los pasos
para que tu sendero
salga o se meta.
Engel Salazar Aguirre
22 de mayo de 2013.
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