Estructura disipativa.

Cuando estalla una bomba
hay una reacción,
cuando hay destrucción
por la desmedida ambición
que promueve la invasión.

Cuando un hombre
o una idea,
rompe el rompeolas
y sobrepasa la marea.

Cuando la inteligencia
de las células
sobrepasa su aniquilación,
aunque a los hombres
nos autodestruya la traición.

Cuando el conductismo
pasa a convección,
retorno yo mismo
en otro derredor,
en otro contexto
que quiebra al equilibrio
impuesto
por el opresor grotesco
que entrega la limosna
de antifaz de altruismo.

Las bases de las relaciones colapsan
y se sobreviene
la revuelta
del nuevo orden,
aquel que proviene
del desorden
y de la indisciplina,
de la irreverencia
del estómago y la barriga,
aquel que provoca
y que empuja
lo de abajo hacia arriba,
aquel que viene
y convierte a la densa calma
en una estructura disipativa.

Engel Salazar Aguirre
20 de enero de 2014.