lunes, 17 de junio de 2013

sin siquiera



Humedecen mis ojos de repente
en mis manos la belleza de tus pechos
en mi vida la ricura de tus mejillas
en el Sol inclemente, tú sentada en mi silla.

En la acción de la comida
tu cuerpo me vuelve suicida
de la alergia de una seducción
oprimida por la situación.

Nuevamente las horas de Sol caliente,
quedando en mi quebranto el recuerdo
de un cuerpo que a mis labios se vierte:
la locura!, sin siquiera conocerte.


Engel Salazar Aguirre
16 de junio de 2013.

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