El motivo de mis juegos de niño, la razón de mis explicaciones adultas.
Los caballitos de héroes y las circunvalaciones equinas del aire.
Los aviones galácticos y las columnas que despegan de estratos.
Los mapas de mi país y los nimbos de carácter geográfico.
Es un juego del universo, que refleja a mínima escala su comportamiento, superando la aeronáutica y la geodesia.
Es la razón fractal de crecimiento de los objetos, que reproduce los colores y los sentimientos, con los cuales doy gracias a mi madre por seguir viviendo, cuando levanto la cara hacia sus ojos.
Engel Salazar Aguirre
08 de junio de 2011.
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