sábado, 18 de diciembre de 2010

Hermano Salvador.

Algunos nacemos primero y otros después.

Algunos lo hacen al natural y otros no tanto.

Somos procreados bajo la pasión o bajo la inyección.

Ven hermano,
para curar mi anemia.
Ven hijo,
para curar mi soledad.
Ven amigo,
para curar mi intolerancia,
mi egoísmo,
mi tristeza y mi maldad.

El recurso empleado por la ciencia,
es copiado de la vida,
en la que venimos
a destiempos
para entendernos
y aprender a valorarnos,
a ser uno solo.
Por ello,
no nacemos todos al mismo instante.

La ley de vida,
la naturaleza,
es la mayor riqueza.

Sea del corazón,
de la sangre,
de la tristeza,
o por cobardes.
Sea el desamor
o la pelea,
o las ganas del terror,
en cada uno de nosotros
y para cada uno,
nace un Hermano Salvador.

Engel Salazar Aguirre
18 de diciembre de 2010.

1 comentario:

  1. En el vientre germina la semilla, que pare la vida, la vida que conquista, los brazos solidarios, la mano que seca la lágrima, la mordaza que arranca otro en un destello de valentía y la libertad que se puja desde la dignidad, para ganar la esperanza.

    Hermanos

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