Ojalá algún día te encontrara,
que algún día me amaras
y me poseyeras.
Que se acaben las fronteras
de lógicas alienadas.
Eres la maestra de la canción,
eres el alma, el eslabón
entre la verdad y la vida.
¿Puedo tomarte en mis manos?
reina de géneros?
¿Puedo hacerte un ensayo?
¿Protagonizarías mi novela?
¿Cantarías mis alegrías?
y mis penas?
¡Cómo hacerte mi filosofía!
para llegar a naufragar
en la esencia, la armonía,
oculta y de día.
Pero no soy tan valiente como para entregarme,
ni tan cobarde como para dejarte.
Los maestros no me hablan,
no se abren,
porque no soy tanto.
Federico canta
y Pablo canta su muerte,
Ramos Sucre en destierro aprende.
Mi padre es Bello
y la espada mi libertad,
pero yo ando sin rumbo,
sin dejarme sumergir.
Algún día llegarás a mi sangre
volviéndola roja de verdad,
y sólo poesía será majestad
en mi vida traviesa,
o en mi último respiro
será mi obra poética;
porque la vida no se puede entender,
solo vivir a través de ti.
Engel Salazar Aguirre
9 de junio de 2010.
sábado, 21 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar